viernes, 23 de octubre de 2009
EL CICLO DEL CORCEL
El ciclo del corcel
Asecha la sospecha:
La fluyente vía corpórea
que desemboca entre tu pierna,
Llegó a los labios de mi boca
con el húmedo sudor de tu silueta;
Sospechado ciclo:
Le hago volver a tu labiado rojizo
el aroma y mi saliva.
Palpar lo muy sensible de mi cuerpo,
en su suma cálida:
Endurezco y memorizo,
momento de roce y sombra imagen,
Que enajeno la mirada a tu cuello asequible.
Así, el tacto se aferra a tu seno y abdomen,
el tuyo, en mi espalda y recóndito origen.
Intuyo, el nuevo tinte del tejido
en selectas partes de mi piel,
que provoca mi evocar inconsciente:
El “mariana” en timbre ligero y fiel.
Duermo, caído en el presente y su atisbo,
Que el mañana funge insulso: ¡pérfido corcel!
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